REIKI es una técnica de sanación energética a través de la imposición de manos, y de otras técnicas dónde el terapeuta actúa como canal para transmitir esa energía universal al paciente. Es un buen ejemplo para entender que es como cuando sintonizas la radio, dónde la energía universal es el emisor (la radio), el terapeuta es la antena. Todo es ENERGÍA. 

En los hospitales de Estados Unidos llevan años aplicándolo para ayudar a paliar los efectos negativos de la quimioterapia en casos de cáncer. En España también fueron pioneros habiendo voluntariados en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, dónde he conocido terapeutas que estuvieron varios años aplicando Reiki a todos los enfermos que lo solicitasen. No es nada fácil ofrecer Reiki a pacientes terminales de cáncer.

Sin embargo, a las farmaceúticas, no les interesa que se sepa que es una herramienta útil de sanación y sobretodo de ayudar a paliar muchas dolencias. Ovbiamente nunca le diremos a un paciente que deje sus tratamientos médicos, eso sería una locura e irresposabilidad, pero, ¿por qué se empeña la medicina en quitarnos del camino cuando podríamos trabajar conjuntamente en favor del paciente?.

Reiki no hace daño, al contrario, beneficia, ayuda a estar más calmado, a dormir mejor, a integrar mejor las cosas que nos ocurren, nos ayuda a gestionar nuestras emociones, que es dónde se fraguan todas las enfermedades. El estrés, las emociones mal gestionadas, nos llevan a materializar las dolencias en el plano físico.

En Atma Raahel, las sesiones de Reiki duran una hora, dónde primero se tiene una entrevista, después se aplica Reiki durante 30 minutos y por último se tienen unos minutos para compartir la experiencia o sensaciones si el paciente lo desea.

En mi consulta, también lo combino con la parte física haciendo un tratamiento combinado del masaje físico y del trabajo energético que convierten este tratamiento en algo muy especial que me han demandado mucho a lo largo de los años. Si deseas probar, no lo dudes. No te vas a arrepentir.